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Técnicas de meditación para afrontar el stress cotidiano

agosto 10, 2017


La meditación es una técnica milenaria utilizada para maximizar las capacidades de la mente, mejorar la inspiración, relajarse y aumentar el rendimiento físico.

Meditar ayuda afrontar el stress cotidiano producido por el trabajo, los problemas familiares y las afecciones corporales. Los métodos son sencillos, fomentados por sonidos musicales, tonos o sonidos ambientes. La constancia en la práctica y la voluntad generan efectos cada vez más notorios, logrando que cada meditación requiera menos esfuerzo.

Técnicas de meditación

Creá un ambiente relajante. Apagá cualquier fuente de ruido como el teléfono o la televisión. Si querés podés poner música suave. Tomá asiento en posición cómoda, que te permita respirar bien, con la espalda recta. No es recomendable acostarte porque podés dormirte.

Pensá en cada músculo de tu cuerpo y relajalo, de a poco, sin prisa. Empezá por la punta de los pies, subiendo lentamente hasta llegar a tu cabeza. Los ojos deben estar cerrados o entrecerrados. En caso de dejarlos abiertos, mirá algo que te transmita tranquilidad.

Elegí un foco de atención para meditar: lo ideal es enfocarte en tu respiración. Prestá atención a cómo entra y sale el aire de tus pulmones. Cuando vengan pensamientos a tu mente, hacé el esfuerzo concentrarte nuevamente en la respiración.

La idea no es quedar en blanco sino aquietar la mente, disminuyendo la cantidad de pensamientos, y hacer que se produzcan cada vez menos durante la meditación.

Luego de un rato en silencio, atendé mentalmente a palabras que te agraden y vayan contigo;
pueden ser palabras que evoquen imágenes, sonidos o sentimientos. Repetí esas palabras de forma que te animen a lograr lo que deseás. A su vez visualizá un lugar tranquilo, real o imaginario.

Con el tiempo, a medida que domines la técnica, podés cambiar el método, observando la llama de una vela (concentración), repitiendo mantras, enfocándote en tus seres queridos, en tus sueños, etcétera.