El ámbito comercial es un campo fértil para el éxito profesional de la mujer emprendedora. Está en nuestra naturaleza fijarnos metas cada vez más altas, lo que implican aumentar nuestras ventas y optimizar el relacionamiento con los clientes. Obtener mayores ventas no esconde grandes secretos. Esta superación llega de la mano de la buena organización, la preparación y la iniciativa.
La consagración profesional en el sector de ventas se beneficia de las cualidades natas de toda mujer emprendedora: optimismo, creatividad y dedicación. Pero si el objetivo específico es obtener mayor caudal de ventas y entablar un óptimo vínculo con los clientes, hay ciertas claves a implementar, cualquiera sea el producto ofrecido.
La base para vender con éxito es la preparación. Estudia a fondo el bien o servicio ofrecido, sus precios, sus ventajas, la competencia. Solo así podrás contestar sin titubear cualquier pregunta que el cliente te formule.
Conocer el producto te brinda absoluta seguridad al explicar por qué es la mejor oferta del mercado. Parte de esta preparación incluye identificar claramente el cliente, investigando el mercado para saber a quiénes puede interesar tu oferta. No gastar energías en personas que difícilmente se conviertan en clientes.
Por supuesto, delinear el posible comprador no garantiza que la venta se efectúe. Aquí entran en juego tus habilidades comunicativas para lograr una relación empática con cada cliente.
La clave está en demostrar genuino interés por sus inquietudes y necesidades, generando confianza y brindando un servicio individualizado. Las ventas en serie no funcionan como la conversación abierta, atenta, amable. Más que hablar para promocionar el producto, una buena vendedora debe saber escuchar con respeto y sensibilidad, poniéndose siempre en el lugar del comprador.
A través de esa capacidad receptiva no sólo fortalecerás el vínculo sino que obtendrás información muy útil para desarrollar estrategias complementarias de mercadeo y difusión. Conociendo a tu cliente estarás apta para desarrollar campañas promocionales, acompañando los productos usuales con nuevos beneficios y así atraer más ventas.
Por fuera de los objetivos y planificaciones, la clave última siempre está en disfrutar de la profesión. Cuando realizas tu actividad con entusiasmo transmites esa energía a los clientes, y te sientes exitosa de antemano, más allá de las cifras de ventas alcanzadas.