Según un sitio especializado en normas de protocolo, la mayoría de los empresarios exitosos e incluso personalidades importantes no sabe cómo comportarse en un almuerzo de negocios.
Con el recorrer de los años los empresarios adquieren algo de experiencia en esta área, algunos, incluso, prefieren acudir a profesionales que los instruyan en la materia. De cualquier forma debemos tener conocimientos básicos de ciertas reglas de protocolo necesarias para el éxito de un almuerzo de negocios.
Es fundamental conocer a nuestro invitado. Si es de otra cultura debemos investigar qué comidas ingieren y qué comidas rechazan; si es religioso ocurre más o menos lo mismo. La investigación es muy importante para ahorrarnos un mal momento. Debemos procurar que se sientan cómodos y evitarles un disgusto.
Durante el almuerzo recordemos que no debemos empezar a comer hasta que no estén todos los comensales sentados y con sus platos servidos. Esto parece una obviedad, pero en un almuerzo de negocios muchas veces los nervios y la ansiedad pueden jugarnos una mala pasada y hacernos actuar incorrectamente casi sin darnos cuenta. Por supuesto es muy importante que nuestro teléfono celular permanezca apagado o en silencio, para que no nos interrumpa (no hay nada más molesto que interrumpir una reunión para atender una llamada).
El momento de pagar es usualmente uno de los más complicados. Siempre es mejor que el pago de la cuenta esté pactado de antemano, para evitar situaciones incómodas. Lo mismo ocurre con la reserva de la mesa.
Por otro lado es bueno también que evitemos hablar durante la totalidad del almuerzo sobre negocios. Es muy positivo hablar de otros temas, ya que esto ayuda a conocer mejor a nuestro invitado. Y de paso sirve para distendernos un poco y actuar naturalmente.
Recordemos que el hecho de no estar en la oficina no significa que no estemos trabajando. Un almuerzo de negocios es un momento importante. Y si bien debemos ser naturales, no podemos dejar de lado los buenos modales.