Crear una empresa no es nada sencillo, además de tener que cumplir a rajatabla los procesos y trámites para ser “legales”, se han de seguir una serie de recomendaciones para poder ofrecer garantías y cierta credibilidad de cara a los posibles clientes que vengan. Lo mismo sucede de cara a los inversores y/o socios, los cuales valorarán nuestro trabajo y determinarán si nuestra idea está bien estructurada y ofrecemos las garantías suficientes como para sentirse tentados a involucrarse e impulsar nuestro proyecto.
Aquí quiero mostrar algunos de los consejos más interesantes que considero fundamentales para poder arrancar con nuestro proyecto. Algunos de ellos ya se han tratado con anterioridad en publicaciones pasadas, pero estoy seguro de que podremos obtener buenas conclusiones al finalizar la lectura de esta nueva entrega:
Viabilidad económica. Esto se consigue a través del proyecto de empresa, donde se ha de realizar un arduo trabajo por realizar un estudio económico financiero que permita a los inversores y clientes que nos visiten ser atractivos para sus intereses. Es muy recomendable acudir a profesionales y organismos que nos asesoren sobre cómo realizarlo de la forma más efectiva.
Seamos realistas. En los informes que redactemos sobre nuestra empresa, es muy recomendable ceñirse a la realidad y no engordar los datos, ya que a la larga tendremos que demostrar esa “capacidad extra”, y si no lo hacemos, perderemos credibilidad.
Oportunidades en el mercado. Tendremos que indagar en él y estar al día para conocer todas preferencias del cliente en potencia, para poder preparar nuestro producto de la mejor forma posible. Esto se consigue realizando un estudio de mercado exhaustivo.
Inversión. Hay proyectos en los que resulta inevitable tener que recurrir a inversores y/o préstamos para poder arrancar el negocio, pero ya te recomiendo que si lo puedes evitar, no lo dudes, sobre todo, si hablamos de los comienzos de la empresa. Más adelante será un trámite necesario y recomendable para poder seguir creciendo, pero ya tendremos mayor margen de maniobra y no estaremos tan ahogados como al principio, donde todo son gastos.
Fondos. Al igual que recomiendo no endeudarse seriamente al comienzo de nuestra andadura como emprendedores, también lo hago recomendando la creación de un pequeño fondo de tesorería que nos permita evitar caer en números rojos. Sé que esto no es posible siempre, pero si tienes la oportunidad, hazlo sin dudarlo, por pequeña que sea la cantidad.
Pagos. Si tenemos que abonar bastantes pagos a nuestros proveedores, lo recomendable es que nos sentemos con ellos y negociemos los plazos, de esta forma evitaremos ahogarnos con los compromisos y tendremos un mayor margen para poder conseguir ingresos.
Ingresos. Si prestamos un servicio al cliente, debemos asegurarnos de que ese dinero lo cobraremos, sino empezaremos a generar una deuda que arrastraremos para siempre. Procura que no sean los clientes los que condicionen tus movimientos y capacidades. Aunque resulte tremendamente difícil e inevitable en muchas ocasiones, te recomiendo que también negocies con ellos los cobros, para que ambos podáis continuar trabajando.
Marketing. No hablamos de una palabra extraña, es un término que de él depende en gran parte nuestro éxito. El marketing ha de estar presente en nuestra estrategia para poder ofrecer productos con precios competitivos y que puedan llegar a la mayor cantidad de personas posible. Destaco este punto, ya que en la actualidad, numerosos emprendedores todavía lo descuidan.
Compromiso. No me cansaré de decirlo, el compromiso e ilusión por seguir adelante con nuestro negocio serán la clave que no permitirán llegar a lo más alto o caer estrepitosamente. Haz que el compromiso sea tu primer apellido.
Todos estos consejos son teóricos, en la práctica muchas veces tendremos que omitirlos o adaptarlos a nuestra empresa, ya que dependerá de nuestras condiciones y capacidades iniciales. Pero te aconsejo que los tengas en cuenta e intentes aplicar lo máximo posible.