Realizar un buen manejo de sus finanzas personales es fundamental, esto se traduce en calidad de vida ya que las preocupaciones por falta de liquidez, morosidad en los pagos o escasez de dinero para cubrir gastos esenciales ya no estarán presentes. Tres son los pasos a seguir para que esta labor sea exitosa: estructure su presupuesto, calcúlelo y por último, monitoréelo.
El primer paso es diseñar un presupuesto. Para ello, haga una lista de sus ingresos y de todos los gastos que realiza en el mes. Clasifíquelos en gastos fijos y en gastos variables. Los gastos fijos son aquellos que, mes a mes, se deben realizar por un monto fijo, tales como alquiler o pago de la cuota del préstamo de la vivienda, seguro del vehículo, impuestos municipales. Los gastos variables son aquellos que fluctúan o se modifican cada mes, tales como: compra de alimentos, pago de servicios públicos, educación. No se olvide de incluir en este apartado el ahorro, que si bien no es un gasto, siempre debe estar presente en su presupuesto.
En un tercer nivel se pueden agrupar otros gastos, tales como pagos por servicios médicos (salud), mantenimiento del vehículo, ropa, artículos personales, artículos para el hogar, recreación. Si bien algunas de esta compras no se realizarán en el mes, el dinero se irá acumulando y cuando lo necesite, tendrá el disponible necesario.
Con el presupuesto estructurado, el paso siguiente es calcularlo. Asigne a cada renglón de ingreso y gasto el monto de dinero que le corresponda. Luego, a los ingresos reste los egresos. Si el resultado es un número negativo, esto indica que está gastando más allá de lo que recibe, por eso, deberá recortar algunos desembolsos para equilibrar su presupuesto. Identifique si su compra es una necesidad, un gusto o un deseo. Esto le ayudará a jerarquizar sus gastos de los prioritarios a los menos importantes y a controlar su nivel de egresos.
Si por el contrario la resta de ingresos menos gastos es positiva, tiene la posibilidad de reasignar más dinero al ahorro o revisar sus niveles de gasto y asignar un monto mayor a algún rubro que considere quedó restringido, como por ejemplo gastos para imprevistos o recreación, un monto mayor para la escuela de sus hijos, más dinero en alimentación, etc. Al respecto un consejo: se recomienda ahorrar al menos el 10% de los ingresos. Tome esto en cuenta cuando revise su presupuesto.
El tercer paso es monitorear su presupuesto. Mes a mes, revise sus desembolsos a fin de corroborar si lo que presupuestó fue efectivamente lo que gastó o recibió. En finanzas esto se llama cotejar lo presupuestado con lo real. Con ello podrá saber cuales rubros deberá ajustar, ya sea aumentándolos o reduciéndolos, según sea el resultado obtenido. La regla de oro, recuerde, es no exceder su nivel de ingresos, o sea, el presupuesto debe quedar equilibrado, total de ingresos igual al total de gastos. Probablemente tarde unos tres meses ajustando su presupuesto, pero en ese periodo se conocerá usted mucho mejor, pues sabrá en qué gasta y cómo lo gasta.
Al iniciar cada año deberá revisar y ajustar su presupuesto. Si todos los gastos permanecen iguales pues no hay cambio en los planes familiares, siempre deberá ajustar los egresos por el nivel de inflación (multiplicarlo por la inflación) que se prevé para ese año. Tome en cuenta que no siempre sus ingresos aumentan al ritmo de la inflación, de manera que al ajustar los gastos revise que sean iguales a las entradas de dinero.
El manejo de un presupuesto es el primer paso para unas finanzas personales sanas. El resultado de no administrar bien nuestros recursos económicos hace que gastemos en productos que no habíamos pensado o que realicemos compras por impulso, lo que trae como consecuencia un desequilibrio en nuestra economía familiar. Un presupuesto ayuda a que la decisión de compra sea algo racional y no emocional, además nos ayuda a cambiar los patrones de consumo. Considere que el presupuesto familiar no implica tener escrito en un papel un detalle de gastos e ingresos. Se trata más bien de tomar conciencia respecto a cuanto dinero tenemos, cómo lo gastamos y si estos gastos son necesarios.