Para aquellos que buscan diversificar sus inversiones hacia otros destinos iremos dando información sobre distintos países especialmente en el área latinoamericana que está considerada por la consultora Deloitte como una de las regiones más atractivas para la inversión por parte del capital privado y donde ya España es uno de sus principales inversores.
Según los estudios realizados cuatro son los países que en un futuro cercano atraerán la mayor parte de las inversiones de capital privado internacional en América Latina, por este orden Brasil, Colombia, México y Argentina.
Empezaré por el país hermano de México, una nación de casi 2 millones de km2 y una población de 118 millones de habitantes con un capital humano joven y altamente preparado y cualificado y una edad media de tan solo 26 años. Cada año más de 100.000 ingenieros se gradúan en el país.
Con una renta per cápita de 15.300 dólares le convierte en un mercado muy atractivo para los diferentes inversores de todo el mundo.
México es uno de los países con una mayor inversión extranjera no sólo en América latina sino a nivel mundial captando inversiones extranjeras directas de 192.000 millones de dólares entre 1999 y 2008 debido principalmente a su estabilidad económica, una baja inflación y un gran mercado interno con gran capacidad de crecimiento.
Consideremos, por ejemplo, que su deuda es del 44% del PIB nacional mientras que la deuda española es ya casi el 100% con lo que son muchos los inversionistas extranjeros que han depositado su dinero en los bonos mejicanos por ofrecer un buen rendimiento.
Es interesante notar que la Bolsa mejicana ha acumulado un rendimiento del 25,73% en los últimos tres años, muy superior a otros países emergentes como Brasil o China.
Por sectores las inversiones han sido captadas principalmente por industrias manufactureras 46%, servicios financieros 26%, comercio 8,5%, transporte y comunicaciones 5,8%, construcción 1,2%, etc. La principal inversión extranjera vino de su vecino del Norte Estados Unidos 54%, seguido de España 15%, Holanda 10,8%, Canadá 2,8% y Reino Unido 2,4%.
México es una economía abierta y que gracias a la, a veces denostada globalización, y al tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN) o NAFTA por sus siglas en inglés, por el que se eliminan las barreras arancelarias con su poderoso vecino del norte, México se ha convertido en la puerta de acceso al mercado más importante del mundo con más de 400 millones de personas y ha obtenido un acceso preferencial para sus productos, servicios e inversiones y al mismo tiempo le ha permitido ofrecer grandes oportunidades de negocio y aprovechar las inversiones americanas en el país principalmente en los sectores financieros y en el sector manufacturero estableciendo en el país multitud de plantas procesadoras y de ensamblaje llamadas maquilladoras aprovechando la mano de obra más barata del país en comparación con Estados Unidos.
Asimismo México tiene una red de tratados de libre comercio con otros 45 países entre ellos la Unión Europea lo que le permite poder ampliar el mercado para sus productos a más de mil millones de personas.
Quizás muchos no lo sepan pero México es ya el principal exportador de productos de alta tecnología de América latina superando a países como Brasil o la India. El 80% de todos los productos exportados por el país fueron productos manufacturados.
Gracias a esta apertura México ha sabido ha sabido ampliar sus exportaciones y dar a conocer sus productos en todo el mundo. Por ello no sé si los mejicanos siguen pensando aquello de “pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”…
En fin volvamos al tema que nos ocupa. A nivel mundial México está considerado como uno de los 10 países más seguros en los que invertir dinero. Los inversionistas sólo necesitan nueve días y seis procedimientos para poder abrir un negocio.
Durante el 2010 las inversiones directa extranjeras en México vinieron principalmente de Estados Unidos el primer inversor con 2.101 millones de dólares (48,5%), Holanda 1.407 millones (32,5%), siendo España el tercer inversor con 581 millones (13,4%), seguidos de Alemania y otros países.
Un área con un espectacular incremento es el de las franquicias aportando ellas solas el 6% del PIB nacional siendo un ejemplo de inversiones en este país con un bajo nivel de riesgo para los inversores extranjeros.
Otros sectores estratégicos a la hora de invertir en este país son la electrónica, el turismo y el sector automovilístico.
La inversión privada en México se ha desarrollado enormemente en los últimos años especialmente a través de los Fondos de Capital Privado Mexicano (Amexcap) que tienen disponibles 5.000 millones de dólares para desarrollar inversiones en México y en distintos países, principalmente los Estados Unidos.
Grandes multinacionales como Microsoft, Intel han visto las grandes posibilidades que ofrece el país azteca debido a su crecimiento económico, el ambiente favorable por parte de las autoridades y a la mano de obra cualificada que hay en el país especialmente en el sector de la industria electrónica donde ya hay más de 700 empresas establecidas en el país.
Las inversiones extranjeras en México pueden ser directas como las descritas anteriormente y las indirectas, mediante la compra de valores ya sean de empresas o del propio gobierno y que se comercializan en la Bolsa mexicana. Estas inversiones foráneas aportan liquidez tanto al gobierno como a las empresas que les permiten financiar sus proyectos productivos.
Aquellos inversores que deseen invertir su dinero en la Bolsa Mexicana de valores (BMX) pueden hacerlo a través de las Sociedades de inversión y Fondos de inversión mejicanos que poseen un amplio conocimiento del mercado y de las leyes fiscales del país y que aglutinan a pequeños y medianos inversores seleccionando una cartera de valores o portfolio con el fin de diversificar las inversiones en el Mercado de valores y evitar riesgos innecesarios que podrían venir si lo hacen individualmente asumiendo más riesgos de los necesarios.
Las inversiones extranjeras en México están reguladas por la Ley de Inversión extranjera que otorga incentivos a las inversiones extranjeras y establece los derechos y obligaciones de los inversores extranjeros y el límite de participación de dichas inversiones estableciendo el porcentaje de dicha inversión en el capital social de las sociedades mexicanas con el fin de contribuir al desarrollo nacional y la creación de puestos de trabajo.
México ofrece un mercado muy amplio, grandes oportunidades, una mano de obra cualificada y al mismo tiempo transparencia legal y protección de la propiedad privada e intelectual, sin olvidar que hablan nuestro mismo idioma por lo que no hay problemas de entendimiento.
Existen algunas áreas restringidas para las inversiones extranjeras como el transporte y las telecomunicaciones y aquellas otras exclusivas de la inversión estatal como el sector de hidrocarburos y de energía nuclear.
Para resumir según el Icex español México ha conseguido estabilizar su macroeconomía gracias a una serie de políticas económicas como el control de la inflación y unas finanzas públicas equilibradas y le ha permitido reducir su tasa de riesgo país a mínimos históricos unido a un crecimiento estimado en el 4% anual. Todo ello favorece la entrada de capitales extranjeros y las inversiones tanto nacionales como foráneas.
Las inversiones españolas en México se centran principalmente en el sector financiero y en sectores industriales como el agua y la electricidad y por último el comercio y los servicios, principalmente el turismo, que ofrecen grandes posibilidades de ganar dinero a las empresas e inversores españoles.