En otro artículo veíamos que se critica que las Escuelas de Negocios se están alejando de la formación ejecutiva para un mundo real. ¿Cuáles son las habilidades y experiencias relevantes que se deben adquirir entonces en una Escuela de Negocios?
Las Escuelas de Negocios parecen estar poniendo el énfasis en las investigaciones “científicas”, dejando de lado la formación empresarial necesaria para desempeñarse en el campo concreto y real de la empresa inserta en el contexto actual.
Entonces, ¿cuáles son los factores que las Escuelas de Negocios deben tener en cuenta para impartir una formación adecuada? Según algunos especialistas una Escuela de Negocios debe brindar:
1) Educación interactiva: en una tradición educativa verticalista, el profesor enseña y el alumno aprende pasivamente. En este modelo solo puede haber una única transferencia de información: desde el profesor al alumno. Sin embargo, el proceso de enseñanza-aprendizaje es una interacción entre educador y educando, especialmente en la transmisión de conceptos de management, donde las escuelas de negocios deben fomentar la apertura mental, la capacidad de priorizar, el desarrollo de la creatividad, las habilidades interpersonales y la práctica de actitudes éticas.
2) Docentes con experiencia empresarial: para que la interacción planteada en el punto anterior sea posible, el educador debe poseer saberes, habilidades y experiencias empresariales propias. Nadie puede transmitir lo que no ha experimentado. Un profesor que puede enriquecer sus clases con ejemplos traídos de la vida cotidiana en las empresas, ofrece un factor diferencial sobre aquellos que sólo pueden transmitir lo que leyeron en libros.
3) Formación práctica: las técnicas de role-play y de estudio de casos son herramientas útiles para enfrentarse con problemas reales. Los mejores trabajos prácticos son los que se realizan manipulando datos de la realidad y confrontando con la problemática de todos los días en empresas reales.
4) Perspectiva sectorial: una misma problemática adquiere características particulares en diferentes tipos de industria o segmentos de negocios específicos; por lo tanto, debe ser analizada en esos contextos particulares. Un líder debe ser capaz de tomar decisiones especificas que se ajusten a problemáticas particulares, y no aplicar la misma “receta” en todos los casos.
5) Formación humanística: los recursos de una empresa, económicos, financieros y físicos, son manejados por personas. Por lo tanto, la formación empresarial no puede dejar de lado las dimensiones humanísticas, psicológicas y sociales. Una escuela de negocios que no brinde capacitación en estos temas, seguramente formará ejecutivos con visiones inadecuadas o incompletas sobre los asuntos a resolver.
6) Formación ética: la sociedad civil demanda que las decisiones de negocios respeten determinados valores éticos y morales. Por lo tanto, las Escuelas de Negocios deberán crear una cultura en torno a los valores, para transmitir y desarrollar en los estudiantes un comportamiento ético.
En síntesis
Sin dejar de lado el conocimiento académico, que es la base y el sustento para comprender la realidad, las Escuelas de Negocios deben formar individuos que sean capaces de unir los aspectos académicos con las realidades de la vida cotidiana, desarrollando experiencias y estilos personales para tomar decisiones.