Hoy en día, a diferencia de hace cien años cuando aparecieron los programas de MBA, las escuelas de negocios han comprendido que las empresas requieren cuadros gerenciales especializados. El MBA sigue siendo el programa que tiene mayor demanda en el mundo académico y es el requisito fundamental que exigen las empresas para que un profesional ocupe un puesto gerencial. Sin embargo, de igual manera, al encontrarse las organizaciones con un mercado que dejó de ser local para convertirse en global, requieren de directivos cuyo conocimiento sobre su área sea más profundo y especializado; es ahí, precisamente, donde las maestrías especializadas cumplen una labor muy importante.
Un programa de MBA brinda al estudiante una mirada general de la empresa y su entorno; acerca de cómo funcionan a su interior la organización, el liderazgo y la dirección de las distintas áreas. Por otro lado, también le ofrece el conocimiento que le permite entender a lo que se enfrenta fuera de la empresa, como la competencia, los mercados, los consumidores, los gobiernos, las políticas y la propia sociedad.
Una maestría especializada es diferente. Así, mientras quien estudia un MBA se dedica a una parte limitada de cada área de la organización, la maestría especializada brinda al estudiante un conocimiento pleno de su área, sea esta marketing, finanzas, recursos humanos o tecnologías de la información, entre otras.
Una maestría especializada ofrece a cada participante las herramientas completas y actuales del área de su elección, en la que se desenvuelve de acuerdo con su plan de carrera y opción profesional. Tiene varias ventajas, las cuales se reseñan a continuación.
Estudiantes de la misma especialidad
Al estudiar una maestría especializada el estudiante encontrará en el aula compañeros que trabajan en la misma área que él y, por lo tanto, tienen experiencias similares, problemas parecidos; lo que hace que el trabajo en equipo sea más enriquecedor pues todos hablarán, de alguna manera, el mismo idioma. Podrán compartir experiencias profesionales y así descubrir cómo cada quien ha resuelto problemas similares con soluciones distintas o parecidas.
Profesores especialistas
La gran ventaja de este tipo de maestrías es que la gran mayoría de escuelas de negocios eligen a los profesores con mayor conocimiento en su campo, en su subespecialidad. Si se trata de una maestría en marketing, se tendrá al mejor en investigación de mercados, otro en desarrollo de nuevos productos, un tercero en posicionamiento, y así en temas como mercados, consumidores, etc. Lo cual brindará al estudiante un conocimiento más profundo sobre su especialidad.
Herramientas actuales
Este tipo de programas tiene la gran ventaja de presentar en su mayoría –dependiendo de la seriedad de la escuela de negocios– las últimas tendencias en la especialidad. Contar con herramientas actuales que puedan aplicarse de inmediato en la empresa es fundamental, más aún cuando el programa es financiado, en su totalidad o en parte, por la empresa en la cual uno trabaja. Estar actualizado es una de las mayores ventajas para un profesional que se encuentra en medio de una voraz competencia por alcanzar determinado puesto de trabajo o un ascenso.
Profesional de la especialidad
Hoy por hoy, las empresas buscan a los mejores, desean tener entre sus cuadros gerenciales a verdaderos expertos en un área específica para que puedan aportar lo mejor de ellos en beneficio de la organización, por ello, mientras más se conozca sobre la especialidad en la que se trabaja, mejor. Toda la experiencia laboral que se pueda tener, sumada a los estudios de una maestría especializada, convierten a una persona en un verdadero profesional de nivel, cuyo valor es muy bien cotizado en el mercado laboral.
Enfoque en la carrera
La mejor forma de alcanzar las metas profesionales y hacer realidad un plan de carrera es enfocarse en lo que uno sabe y en lo que tiene experiencia. Es cierto que es posible capacitarse en otros temas con el propósito de «relacionarnos y entender cómo funcionan las demás áreas». Esto es importante si se desea experimentar en otras áreas de la organización, pero para quien busca ser un profesional en su área, la maestría especializada le permite enfocarse en su carrera, en aquello que conoce, en los temas que sí le van aportar herramientas concretas para su desarrollo profesional.
Consultor en el futuro
Una persona no sabe hasta cuando formará parte de una organización, por ello es fundamental estar preparado, no tanto para un despido, sino principalmente para cuando se desee ser independiente y poder compartir el conocimiento que se posee con distintas organizaciones. Llega un momento en la vida en que uno se pregunta: «¿Hasta cuándo voy a cumplir este horario de trabajo en el que me encuentro desde hace más de 25 años?». Es entonces que un profesional debe evaluar la posibilidad de convertirse en consultor y así tener libertad para manejar sus horarios sin estar sujeto a una sola organización. Por ello, ser especialista y dominar plenamente los conocimientos de determinada área de la organización lo convierte en potencial consultor, quien no tendrá techo alguno para sus honorarios y podrá adaptar sus horarios y así compartir más tiempo con su familia.
Esto no significa que ser especialista sea lo mejor, sino que lo mejor es lo que cada uno desea ser en su vida profesional: estudiar un MBA generalista con alguna especialidad, o estudiar una maestría especializada que le brindará un mayor conocimiento sobre determinada área de la organización. La decisión es de uno, no se debe pensar que todos deben estudiar el MBA. Si bien este es para todos, lo es para todos aquellos que quieran estudiarlo, lo que es distinto.