Los acuerdos de confidencialidad, también conocidos como NDA por sus siglas en inglés, son documentos que obligan a las partes que participan en una negociación a comprometerse a no compartir con terceros información declarada como sensible en dicho acuerdo.
Los acuerdos de confidencialidad se utilizan cuando se va a compartir información de una empresa o proyecto relativa a su modelo de negocio, datos financieros, métricas y propiedad intelectual o industrial. En general sirve para proteger cualquier tipo de información que se considere relevante y que necesite estar sujeta a confidencialidad.
A la hora de redactar los acuerdos de confidencialidad hay que tener en cuenta con quien se van a firmar estos, ya que no es lo mismo un acuerdo de confidencialidad con un inversor de capital de riesgo que quiere invertir en tu proyecto que una empresa del sector que tenga capacidad de utilizar la información para iniciar una actividad competidora.
¿Qué estructura debe tener un acuerdo de confidencialidad?
La estructura habitual de un acuerdo de confidencialidad es la siguiente:
- Primero debe quedar claro quiénes son las partes que firman el acuerdo y por tanto compartirán información.
- Debe especificarse el motivo por el que se firma el acuerdo, es decir el motivo por el que se va a establecer una relación ya sea de servicios, relación entre socios, relación laboral o con socios inversores.
- Debe quedar claro cuál es el objeto de la información confidencial que se quiere proteger y acotar el tipo de información que se quiere proteger indicando si se trata de información financiera, tecnológica, sujeta a propiedad intelectual o industrial, métricas…
- Indicar de forma clara para qué se va a emplear la información compartida y para qué fin exclusivo podrá emplearla el receptor de ella.
- Especificar cuáles serían las consecuencias y responsabilidades derivadas de un incumplimiento de contrato.
¿Cuándo debe una startup solicitar un acuerdo de confidencialidad?
A muchos inversores les incomoda que la empresa con la que están iniciando las primeras fases de negociación quiera firmar un acuerdo de confidencialidad antes siquiera de haberse reunido una primera vez o cuando el emprendedor aún tiene poco que mostrar. Por ello es importante conocer cuándo es el momento apropiado para ofrecer la firma de dicho acuerdo.
Los NDA se deben firmar con el inversor cuando este haya decidido invertir definitivamente y por tanto necesita profundizar con detalle en la información facilitada por el emprendedor.
Por su parte el emprendedor deber ser cauto a la hora de las primeras reuniones y ser capaz de presentar su proyecto ofreciendo suficiente información como para que este resulte confiable y atractivo pero sin llegar a desvelar secretos ni desvelar información sensible hasta que el inversor haya alcanzado cierto grado de compromiso.
También es recomendable ofrecer la información de forma progresiva y controlada a medida que sea necesaria, sobre todo, la relativa a las métricas con alto detalle, cuánto cuestan los clientes, los márgenes que se obtienen, cual es la vida útil del cliente, así como todos aquellos conocimientos y experiencias que conforman el know-how de tu empresa.