En función de cómo de desarrollado se encuentre cada uno de esos ejes, deberás adoptar una actitud u otra para tener más probabilidad de éxito en tu proyecto de emprendimiento. Voy a definir brevemente cada capacidad y eje del cubo, para dar mi opinión después (la explicación detallada la tienes en el video de youtube de Senén Barro).
Recursos: hace referencia al capital de que dispones para iniciar tu proyecto, o sea la cantidad de dinero con la que partes, y si esta es suficiente o no para acometer tu proyecto.
Actitud: refleja los rasgos de tu personalidad. Si tienes o no una actitud emprendedora, si estás dispuesto a asumir los riesgos y a pagar el precio que conlleva ser emprendedor. Ya discutiré en otro artículo si el emprendedor nace o se hace.
Aptitud: se refiere a las competencias que tienes con respecto a tu proyecto. Pueden ser técnicas, financieras, marketing, producto, networking, etc.
Los ejes del cubo
Esto es lo interesante, en función de tu autoevaluación, estarás en algún punto del cubo, más o menos cercano a cada eje, vamos a verlo brevemente:
¿Estás vivo?: en este punto no dispones de capital, ni conocimientos ni actitud. Lo ideal es que trabajes por cuenta ajena, ya que emprender no es una opción para tí.
Piensa: en este punto no tienes ni el dinero ni el conocimiento, pero tienes muchas ganas de emprender. ¿Qué hacer en este punto? Pensar. Piensa cómo puedes aprender o conseguir el conocimiento necesario para emprender, y cómo conseguir el dinero que necesitas.
Adelante: tienes conocimiento y ganas de emprender, pero no tienes dinero. En este punto lo que tienes que hacer es conseguir ese dinero de alguna forma. Puedes buscar socios, inversores o fondos del ICO, préstamos o subvenciones. Opciones hay, si tienes una buena idea, el conocimiento y la actitud, el dinero tarde o temprano, llegará.
Oportunidad perdida: tienes conocimiento de un área específica. Por ejemplo finanzas, marketing, diseño web, pero no tienes las ganas ni el dinero. En este punto lo mejor es trabajar por cuenta ajena.
Disfruta: has heredado una fortuna, o te ha tocado la lotería. Disfruta de la vida, pero ojo con el dinero!
Asóciate: tienes recursos y ganas de emprender, pero no tienes el conocimiento. Asóciate con alguien que lo tenga para empezar el proyecto.
Invierte: tienes recursos y conocimiento, pero no ganas. En este caso invierte tu dinero, ya sea en instrumentos como acciones, bonos, capital riesgo o incluso en negocios gestionados por otras personas.
¡Enhorabuena!: lo tienes todo. Nadie te garantiza el éxito, pero en este punto es donde tienes más posibilidades de conseguirlo.
Autoevaluándote
Ahora llega el momento de situarte en el cubo. En mi caso diría que tengo unos conocimientos muy específicos que son necesarios en todo proyecto de emprendimiento (contabilidad, finanzas, Internet, Marketing), y que tengo una predisposición a emprender, por lo que me situaría en ¡Adelante!
Sin embargo en este punto de mi proyecto, todavía tengo que validar mi modelo de negocio, por lo que lo ideal en esta etapa para mí es buscar asociaciones: con emprendedores con recursos, proyectos de freelancing o trabajar en una empresa que me proporcione recursos para iniciar en paralelo proyectos personales o invertir ese dinero.
Por lo tanto mi interpretación es que estoy en un cuadrante, y por tanto he de buscar personas o empresas que se complementen con lo que a mi me falta.
Lo que me gusta del cubo
Si por ejemplo te falta conocimiento, puedes acudir a eventos de networking para conectar con gente y conseguirlo. Si te falta capital, puedes bucar aquellas personas que quieren asociarse si tu tienes ese conocimiento.
Se trata de pensar en qué punto estás tú, y cómo desde ese punto puedes ayudar o complementar a personas que se hayan en otro punto distinto del cubo.
¿Y tú, sabes que tipo de emprendedor eres?