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¿Que Hacer con nuestro Dinero?

enero 15, 2018


Cuando queremos comprar un coche nuevo, una casa, etc. nos tomamos nuestro tiempo a la hora de elegir entre las distintas opciones que tenemos, comparamos precios, prestaciones, intereses a pagar, etc. No gastamos nuestro dinero en lo primero que vemos sino que tenemos buen cuidado a la hora de elegir qué producto adquirimos. ¿Por qué ha de ser diferente a la hora de invertir nuestro dinero?

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No estamos hablando de cualquier cosa, estamos hablando de nuestro patrimonio, nuestros ahorros, nuestro futuro y el de nuestras familias, por ello deberíamos ser más cautelosos a la hora de saber manejar el dinero que tengamos, ya sea mucho o poco.

La mayoría de las personas por pereza o ignorancia financiera cuando disponen de una cantidad de dinero y tienen la posibilidad de ahorrar e invertirlo se conforman con depositarlo en una cuenta de ahorro de una entidad financiera por no tenerlo escondido en un calcetín como hacían sus abuelas y no sólo obtienen una nula rentabilidad sino que tienen que pagar comisiones por tener la cuenta abierta

Los bancos hacen negocios con nuestro dinero y encima tenemos que pagarles por ello. Es el colmo de lo absurdo.

El dinero de este “ahorrador” comienza a perder su valor desde el momento en que lo deposita en el banco. En lugar de ponerlo a trabajar, realizar inversiones lucrativas y sacar rendimientos mayores, es el banco el que lo hace.

En realidad el negocio banquero es el mejor invento que existe.

El banquero coge el dinero del señor Martínez, le paga unos intereses de, digamos 0,5% y al mismo tiempo lo presta al señor Jiménez cobrándole unos intereses de 8, 9, 10% por lo bajo. Y a ambos les cobra un sinfín de comisiones y tasas de por medio. Si el pobre señor Jiménez un mes tarda un par de días en abonar la mensualidad del crédito concedido, pagará no solamente los intereses de usura debidos sino que tendrá que pagar una penalización por hacerlo tarde.

Un negocio extraordinario, ¿no?, para el banquero, claro.

 A alguien que conozco bien en una ocasión por pagar un día tarde una mensualidad de 72 Euros le cobraron la cantidad de 45 € más los intereses correspondientes. A esto le llamo yo un robo legal que no está en el código penal. Y si tiene la desgracia de retrasarse unos días más le mandan una carta amenazándole con ponerlo en la lista de morosos.

Bien sigamos con lo anterior, las comisiones, la inflación, los pagos a la Hacienda pública (*) hacen que nuestro dinero se vaya depreciando (valga menos) día por día. O lo que es lo mismo nuestro poder adquisitivo va menguando, sin apenas  darnos cuenta, podemos comprar menos cosas con el mismo dinero que anteriormente.

Y cuando  el señor Martínez ve el saldo de su cuenta y observa que ha aumentado unos Eurillos, se pone tan contento y cada día el director de su  banco le saluda efusivamente y hasta un día le invita a café y todo…, este banquero si realmente se preocupara de su cliente le aconsejaría a realizar otras inversiones más productivas para su dinero.

(*) Por cierto no es lógico y justo que se paguen impuestos sobre los rendimientos de capital del dinero ahorrado cuando ya se pagaron impuestos anteriormente cuando se generó o adquirió ese dinero.

Voy a citar aquí un caso autentico que conozco a modo de ejemplo:

Un hombre próximo a la jubilación invierte todo el dinero que dispone (22.958 €) en una cartilla de una entidad financiera. El rendimiento que obtiene es del 0,34% nominal (0,35% T.A.E.) con lo que mensualmente  obtiene un rendimiento bruto de 6,59 €. A ello le resta el impuesto por rendimiento de capital (21%) (Al César lo que es del César) es decir, 1,38 € con lo que de su “inversión”, del dinero depositado en el banco y ganado duramente durante toda su vida obtiene la impresionante cantidad de 5,11 Euros mensuales  (61,32 € al año).

Y aquí no acaba la historia, pues cada trimestre tiene que pagar una comisión al banco de unos 15 Euros. Si a esto le unimos la inflación vemos que sí a lo mejor ganaría más teniendo el dinero debajo del colchón.

Esta situación viene del temor a realizar inversiones en productos no conocidos o con alto riesgo.

Pero en el mercado hay multitud de opciones, de las cuales hablo en este blog, algunas con alta rentabilidad y alto riesgo para los más decididos y valientes pero existen muchas otras donde el riesgo es mínimo y la rentabilidad mucho más alta que la del ejemplo anterior.

Sin ir más lejos las Letras y Bonos del Estado. Los estados son insaciables y siempre necesitan de una financiación extra por lo que esta opción siempre está abierta y se puede realizar fácilmente sin tener ningún conocimiento financiero a través de Internet.

Y si no tienes los conocimientos necesarios y no  sabes en que invertir tu dinero  para que te produzca mayores beneficios busca un asesor financiero  de confianza que te aconsejará donde hacerlo y sacarle más tajada a tus inversiones.

Tendrás que pagarle unas comisiones pero si lo hace sabiamente el rendimiento de tu dinero aumentará  y habrá merecido la pena el riesgo. Pero lo más importante, no pongas todos los huevos en el mismo cesto como se dice vulgarmente. Que tus inversiones estén diversificadas evitará riesgos innecesarios.

En todos los artículos de este blog y en otros posteriores encontrarás información sobre las posibles opciones a la hora de invertir tu dinero y que seas tú el que gana y le saca provecho  y no solamente tu banco.